Reyes Católicos (1469/74 - 1516)

INTRODUCCIÓN:

Isabel de Castilla y Fernando de Aragón se casaron en 1469, herederos de sus coronas. Su matrimonio supuso la creación de un nuevo Estado, denominado Monarquía Hispánica.
Englobo la Corona de Castilla y la de Aragón, no supuso la unificación política.
Cada Corona mantuvo sus propias Instituciones de Gobierno( unión dinástica).
En ambas Coronas gobernaba la misma dinastía, los Trastámara. En la coyuntura del siglo XV, los reinos peninsulares se vieron afectados por conflictos: guerras civiles, enfrentamientos nobiliarios, revueltas sociales,etc.
En Castilla se vivió una crisis política constante durante el siglo XV. La sucesión de Enrique IV(1454-1474), enfrento a los partidos de su hija Juana 'La Beltraneja', con Alfonso e Isabel. Como consecuencia estallo la guerra de sucesión castellana (1474-1479), en la que Isabel salio victoriosa.
En 1479 Fernando heredó el trono de Aragón al morir su padre, el rey Juan II de Aragón. Isabel y Fernando reinaron juntos hasta la muerte de ella en 1504. Entonces Fernando quedó únicamente como rey de Aragón, pasando Castilla a su hija Juana, apodada "la Loca", y a su marido Felipe de Austria, apodado "el Hermoso", Archiduque de Austria, duque de Borgoña y conde de Flandes. Sin embargo Fernando no renunció a controlar Castilla y, tras morir Felipe en 1506 y ser declarada Juana incapaz, consiguió ser nombrado regente del reino hasta su muerte en 1516.Con su enlace matrimonial se unieron provisionalmente, en la dinastía de los Trastámara, dos coronas: la Corona de Castilla y la Corona de Aragón dando nacimiento a la Monarquía Hispánica y, apoyados por las ciudades y la pequeña nobleza, establecieron una monarquía fuerte frente a las apetencias de poder de eclesiásticos y nobles. Con la conquista del Reino nazarí de Granada, del Reino de Navarra, de Canarias, de Melilla y de otras plazas africanas consiguieron la unión territorial bajo una sola corona de la totalidad de los territorios que hoy forman España —exceptuando Ceuta y Olivenza que entonces pertenecían a Portugal—, que se caracterizó por ser personal, ya que se mantuvieron las soberanías, normas e instituciones propias de cada reino y corona.

POLÍTICA INTERIOR:

La Guerra de Sucesión Castellana fue el conflicto bélico que se extendió entre 1475 a 1479 en la que se disputaron la sucesión de la Corona de Castilla la hija del fallecido rey Enrique IV de Castilla, llamada Juana la Beltraneja o Juana de Trastámara y la hermanastra del monarca, Isabel. La guerra fue un conflicto internacional ya que Isabel estaba casada con Fernando, heredero de la Corona de Aragón, mientras que Juana se había casado con el rey Alfonso V de Portugal. Por su parte Francia también intervino en el enfrentamiento, apoyando a Portugal para evitar que Aragón, su rival en Italia, se uniera a Castilla. La batalla de Toro librada el 1 de marzo de 1476 fue, más que una victoria militar, un triunfo para el matrimonio de Isabel y Fernando que fue reconocido en las Cortes de Castilla de Madrigal de las Altas Torres llevadas a cabo entre abril y octubre de 1476 y su hija, la infanta Isabel de Aragón jurada heredera de la corona de Castilla. Sin embargo, fue decisiva para los portugueses la batalla naval de Guinea de 1478, librada en el Océano Atlántico, y donde los lusitanos se impusieron a la flota castellana en la lucha por el acceso a las riquezas de Guinea que significaban los mercados de oro y de esclavos. La guerra concluyó en 1479 con la firma del Tratado de Alcáçovas, por la que Isabel y Fernando fueron reconocidos como reyes de Castilla, perdiendo Juana todo derecho al trono y Portugal obtenía la hegemonía en el Atlántico, con la excepción de las islas Canarias.

Instituciones políticas:

Corona de Castilla:
 Desde el siglo XIII, con Alfonso X, se había comenzado un proceso de concentración de poder en la Corona, en detrimento de la nobleza, con la creación de instituciones que otorgaban un mayor control sobre el territorio y un aumento de los ingresos fiscales. Esta transformación culminó con el reinado de Isabel y Fernando. La principal institución de gobierno fue el Consejo Real, que se remodeló en las Cortes de Toledo de 1480, haciéndolo más estructurado y dividiéndolo en partes. Los reyes delegaron algunas decisiones en él y pronto se creó un Consejo de Aragón y un Consejo de Órdenes. Además, se les empezó a dar preferencia de entrada a los letrados frente a la nobleza. Tras la conquista del reino nazarí de Granada se formó la Audiencia de Granada y se produjo un aumento en la hacienda castellana debido a los impuestos y a los señoríos procedentes del reparto del territorio conquistado. Para controlar el bandolerismo en los caminos, y en general el hurto, se creó en 1476, la Santa Hermandad (precursora de la actual Guardia civil), que sería la primera policía estatal de Europa. Gracias a los impuestos que recaudaba esta institución, la Corona aumentó significativamente sus ingresos, con los que pudo gobernar más holgadamente y así prescindir de las Cortes.
Corona de Aragón:
La Corona de Aragón, en cambio, apenas se modificó. Tenía un sistema de gobierno muy rígido en cada uno de los territorios que la componían (reino de Aragón, reino de Valencia, reino de Mallorca, reino de Cerdeña, reino de Sicilia, condado de Barcelona, condado de Rosellón y condado de Cerdaña), con una serie de privilegios de la nobleza que limitaban mucho el poder del rey. Los ingresos se obtenían por aprobación de las Cortes de cada territorio, que eran prácticamente controladas por la nobleza y el clero. Con la asociación de la Corona al reino de Castilla, Fernando pudo contar con los ingresos fiscales castellanos (que eran mucho más abundantes) para no convocar las Cortes. En los municipios de señorío se instauraron los corregidores, la autoridad en el ámbito municipal, que existía en Castilla desde 1393.

POLÍTICA EXTERIOR: 

La exitosa política exterior expansionista llevada a cabo por Fernando e Isabel fue posible gracias a una serie de factores:
  • La iniciativa diplomática del rey Fernando continuó la política tradicional de la Corona de Aragón, con sus intereses puestos en el mar Mediterráneo y en rivalidad con Francia, que sin embargo nunca había sido enemiga de Castilla.
  • La diplomacia del reino de Castilla estuvo orientada principalmente hacia el Océano Atlántico y su expansión ultramarina hacia el Nuevo Mundo.
  • La eficiencia del ejército de la Corona al mando de Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido como el Gran Capitán. Fernández de Córdoba reorganizó a las tropas militares sobre una nueva unidad de combate, el tercio, o tercios reales, que supuso la creación del primer ejército moderno dependiente de la corona, prescindiendo de las mesnadas de los nobles.
  • El gran aporte de recursos económicos procedentes de la industria y del comercio de la lana y del trigo.
  • La política matrimonial de los reyes.

Política matrimonial

La política matrimonial de los Reyes Católicos, consistente en casar a sus hijos con los de otros monarcas europeos. En su caso se orientaron principalmente a la alianza con Portugal y a la creación de una coalición contra Francia.
Los casamientos de los hijos de los Reyes Católicos fueron los siguientes:
  • Isabel de Aragón, casada con el infante Alfonso de Portugal, y después con Manuel I de Portugal, primo de su primer esposo. Este matrimonio los vinculó con el Reino de Portugal.
  • Juan de Aragón, casado con Margarita de Austria, hija del archiduque Maximiliano de Austria (luego Maximiliano I de Habsburgo), del Sacro Imperio Romano Germánico y de María de Borgoña, duquesa de Borgoña. Juan murió prematuramente en 1497. Este matrimonio los emparentó al Sacro Imperio Romano Germánico y al Ducado de Borgoña.
  • Juana la Loca, se casó con Felipe de Austria, apodado Felipe el Hermoso, hijo del emperador Maximiliano I de Habsburgo de Austria. Este enlace los emparentó nuevamente con el Sacro Imperio Romano Germánico.
  • María de Aragón, casada con Manuel I de Portugal, su cuñado, al morir su hermana Isabel.
  • Catalina de Aragón, se casó con el príncipe heredero de la Corona de Inglaterra, Arturo Tudor, quien fue el hijo mayor de Enrique VII de Inglaterra, y tras la prematura muerte de éste, con su hermano menor, el nuevo rey Enrique VIII de Inglaterra. Estos matrimonios los entroncaron con el Reino de Inglaterra.

Conquista de las islas Canarias

En 1402, el rey Enrique III de Castilla concedió a Jean de Bethencourt el privilegio feudal sobre el archipiélago, dando inicio a la conquista de las Islas Canarias hasta entonces habitadas por los Aborígenes canarios, entre ellos los guanche que poblaban la isla de Tenerife, pueblos de raíz bereber que vivía de forma independiente. Posteriormente la Corona de Castilla recuperó para sí el derecho de conquista sobre las islas que los señores feudales no habían podido ocupar, Gran Canaria, Tenerife y La Palma.

La conquista de Navarra

El Reino de Navarra estaba dividido a principios del siglo XVI en dos bandos: agramonteses y beamonteses, cada uno partidario de un rey distinto. En este enfrentamiento, los reyes de Navarra firmaron un tratado con el rey de Francia que puso en peligro a España. Debido a que los reyes de Navarra fomentaron ciertas doctrinas religiosas que disgustaron al Papa, se dictó una bula de excomunión contra ellos.
En 1512 Fernando el Católico pidió permiso a Navarra para que las tropas españolas pasaran por Navarra para atacar a Francia. La respuesta negativa por parte del rey navarro fue motivo suficiente para que Fernando el Católico ordenara a Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez, II duque de Alba de Tormes, la ocupación de Navarra, mandando así ayuda a sus partidarios y, en menos de un año, la parte del Reino de Navarra situada al sur de los Pirineos fue anexionada a la Corona de Castilla.

La expansión por el Mediterráneo: Italia

El rey Carlos VIII de Francia firmó con el rey Fernando, en 1493, el tratado de Barcelona, mediante el cual la Corona de Aragón recuperó el Rosellón y la Cerdaña a cambio de su postura neutral ante un inminente ataque francés al reino de Nápoles, ubicado en el sur de Italia.
El ejército de Carlos VIII se desplazó al sur de la península italiana, destronando a Alfonso II  y pariente de Fernando el Católico. La situación de Francia en la península Itálica no gustó al Papa —el valenciano Alejandro VI— puesto que ponía en peligro los Estados Pontificios, por lo cual pidió ayuda al Rey Católico. Fernando no dudó en intervenir y, en poco tiempo, el ejército de Gonzalo Fernández de Córdoba.
En 1500 el nuevo rey de Francia Luis XII firmó con Fernando el Católico el tratado de Granada para ocupar conjuntamente el reino de Nápoles. Fernando accedió y el rey de Nápoles, a la sazón Federico I, fue destronado. Ambos ejércitos ocuparon la zona, pero las discrepancias empezaron a surgir y comenzó una lucha de guerrillas. Pese a la inferioridad numérica de su ejército, el Gran Capitán derrotó a los franceses y los expulsó de Italia. El Reino de Nápoles fue conquistado de nuevo e incluido en la Corona de Aragón.
Durante los últimos años del reinado de Fernando el Católico se reanudó la intervención de la Corona de Aragón en asuntos italianos. Fernando participó en la Liga de Cambrai de 1508, convocada por el Papa Julio II contra Venecia. Después de esta liga comenzaron a producirse roces entre el Pontífice y Francia. Por el auxilio que pide el Papa, Fernando rodeó Roma con sus tropas ante un posible ataque francés para destituir al Papa.

Expansión por el Norte de África

Tras la conquista de Granada, los Reyes Católicos decidieron iniciar la conquista del norte de África, con el argumento de la continuación de la Reconquista cristiana por la antigua provincia Mauritania Tingitana de la Hispania romana, y con los objetivos estratégicos de evitar que los reinos del norte de África emprendieran una reconquista de Granada y eliminar los focos de la piratería berberisca de la zona.
La conquista comenzó con la toma de Melilla por Pedro de Estopiñán en 1497 y siguió en 1505 con la toma de Mazalquivir. Posteriormente las tropas españolas ocuparon el Peñón de Vélez, Orán, Bugía, Argel, Túnez, La Goleta y Trípoli; con destacada participación militar del cardenal Cisneros, confesor de la reina Isabel y Arzobispo de Toledo, probablemente la tercera persona más poderosa en la España de su época. La conquista del norte de África se interrumpió en 1510 debido a la reanudación de las guerras en Italia y a que empezaba a revelarse más rentable dirigir los esfuerzos a la colonización de las Indias.

La expansión atlántica: América

En 1486 el marino Cristóbal Colón ofreció a los Reyes Católicos un proyecto: viajar a las Indias hacia el oeste, en una nueva ruta por el Atlántico. Los informes de los consejeros de los monarcas al respecto fueron muy poco favorables para Colón, y para la corona era cuestión prioritaria en esos momentos la conquista de Granada. Terminada ésta, los Reyes Católicos aceptaron su proyecto. Mediante las Capitulaciones de Santa Fe, del 17 de abril de 1492, nombraron a Colón almirante, virrey y gobernador de los territorios por descubrir y le otorgaron la décima parte de todos los beneficios obtenidos. El costo de la expedición fue estimado en 2.000.000 de maravedís, más el sueldo de Colón. Es falsa la idea popular de que fue sufragado por «las joyas de Isabel la Católica». 
El 3 de agosto de 1492 partió Colón del Puerto de Palos. El 12 de octubre llegaron a la isla de Guanahaní, en las Bahamas, y desde allí pasaron a Cuba y la Española, dando comienzo al Descubrimiento de América. El retorno de Martín Alonso Pinzón a Galicia y de Colón a Portugal desató una crisis diplomática entre el rey de Portugal y los Reyes Católicos que concluyó con la firma en 1494 del Tratado de Tordesillas para redistribuir la esfera de influencia territorial de cada país que se había fijado en el Tratado de Alcáçovas. Entre tanto los Reyes enviaron una segunda expedición mucho mayor a las tierras descubiertas, también capitaneada por Colón. En los años siguientes los navegantes castellanos exploraron el resto de las Antillas así como las costa continental del mar Caribe. No alcanzaron sin embargo el continente asiático, como Colón había prometido inicialmente. Esto, unido a que la colonia fundada en la Española se vio azotada por hambrunas y revueltas, terminó por llevar a los Reyes en 1499 a relevar a Colón de sus cargos, nombrar un nuevo gobernador y conceder licencias de descubrimiento a otros empresarios.
En las Indias, anexionadas al reino de Castilla, se instauraron los sistemas administrativos tradicionales del reino castellano. Se instituyó en Sevilla, en 1503, la Casa de Contratación, para monopolizar y controlar el comercio con América, Canarias y Berbería, impidiendo que cualquier otro puerto de España pudiese hacerlo. Se creó la Audiencia de Santo Domingo, en 1510 y, para la administración de los nuevos territorios, se creó un antecedente del Consejo de Indias que más tarde instituiría formalmente Carlos I, en 1523, organizándolo a semejanza del Consejo de Castilla.








Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/Reyes_Cat%C3%B3licos

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